Entre letras de amor propio. by CrusaderoftheKaizen, literature
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Entre letras de amor propio.
De perdidos al Río
Así fuera mi camino.
Diosas celestes que alumbran lo sombrío, para mí y para mi ser.
Que no es divino.
Tan solo un mortal más en el camino.
Dichoso sea mi destino.
Mi fuerza y mi gloria.
Mi precioso baluarte llamado vida.
Que sin parangón alguno sigue su leyenda urbana.
Sin caso omiso hacia los peligros de afuera.
¡Oh fuerza, mi fuerza!
Que nunca me abandone, ni en desierto ni selva.
Que ella sea mi bandera.
Mi voluntad mi navío.
Mi inteligencia mis tripulantes.
¡Gallardos míos!
Mis valiosas reliquias dadas por la Vida.
¿Qué es Madrid?
La verdad, tú eres Madrid.
Si no fuera por ti, esto no sería lo mismo.
Madrid eres tú y Madrid soy yo. ¿Bonito verso a que sí?
Es sólo un verso, que se perderá en el tiempo o en algún cubo de basura.
Así es Madrid, crudo, intenso y directo.
¡Te quiero Madrid! Cuando esté lejos de ti, recordaré todo el tiempo que pasé aquí.
Añoraré cada minuto, cada semáforo, cada taxi y patrullera.
Cada vagón de metro sucio, con su olor condensado de humanidad atrapada.
Su cálida noche fies
Amor de Constelacion by CrusaderoftheKaizen, literature
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Amor de Constelacion
Tienes una mirada profunda
Que me pierdo, que me derrito
Me siento vacío sin tu mirada, solo
Eterno en la oscuridad
Solo cuando tu mirada se posa en mí
Logro alcanzar las estrellas
Ya que solo allí puedo volar entre ellas y lograr abrazarte
Mi estrella
De viajes, vagones y tiempos congelados. by CrusaderoftheKaizen, literature
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De viajes, vagones y tiempos congelados.
Cada cara era un poema, con sus preocupaciones, sus rutinas memorizadas por el paso de los años. Totalmente curioso que no se vislumbrara una simple sonrisa, curioso ¿no te parece?
Me oscilo levemente por el movimiento del metro haciendo que recuerde aquellos años de cuna, mientras me mecía mi madre susurrando alguna canción que no me es permitido recordar llegado ya a estos años.
Rodeados de multitud, somos presos de nuestra propia vergüenza íntegra. Presos de no querer abrazar nuestros deseos, de una sociedad que no bien nos ha impuesto unas decadentes normas de relacionarnos, vilmente marcadas por la frustración y el consumismo barato.
Princesa vengativa - Prologo by Pandora-Valshe, literature
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Princesa vengativa - Prologo
Una siniestra y silenciosa oscuridad se extendía por el castillo de Daragh aquella noche, donde únicamente por unas pocas antorchas habían sido encendidas para iluminar los fríos y lóbregos pasillos del sótano en el que se hallaban las mazmorras. Allí, realmente, no había nada, aparte de las numerosas y estrechas celdas de piedra en las que se hallaban los prisioneros, y de los guardias, que se encontraban al otro lado de éstas, vigilando por turnos. Pese a que el ambiente era tétrico y el lugar era frío e inhóspito, lo cierto era que no se podía estar más tranquilo en ese momento.
Sin embargo, la calma no duraría mucho.
Desde una de las celd
Decepciones ambulantes by MitsukiHayashi, literature
Literature
Decepciones ambulantes
Nunca sabes cuando vendrá, cuando te llenará de ese sentimiento que te deja vacía, sin nada.
Mis lágrimas sin vida nunca bastarán para saciarla y cada vez que me encuentro con ella mi energía se agota poco a poco.
Siempre veo como todo en lo que creía creer se desbarata justo a mis pies. Mis mejores defensas no sirven para nada. Siempre acaban saliendo mis miedos para hacerme volver. Para recordarme en el fondo quien soy.
Es una mezcla de la desesperación que durante tanto tiempo acumulé.
Al fin y al cabo solo me quedo yo.
Siempre yo, y solo yo. Yo y mi otro yo.
Porque siempre vuelve para re
Puede que no me acuerde de cuándo vi por primera vez al Ángel Violeta, pero sé cuándo será la última vez.
Ahora me visita cada vez menos.
Todos los días estoy en mi sitio, al lado de la ventana, esperando a que su coche pase. Hasta que llamen a comer, y en la hora de la siesta ver la calle aún vacía. Hasta que llamen a dormir y vuelta a empezar.
Las pocas veces que me ha visitado han sido iguales. Sale del coche con su jersey morado y sus vaqueros. Me lleva a su casa y me deja en el salón hasta la hora de la comida. Me prepara algo rápido, pasa la hora de la siesta y vuelta a la reside
Esta jaula de telarañas me corta en pedazos la razón.
Me retuerzo, intentando liberarme, pero me amarran a esta prisión de blanco tejida con precisión agónica.
Déjame salir.
Deja que me vaya, apenas recuerdo quien soy, que soy, no recuerdo mi deber.
Déjame salir.
Un rugido de agonía se escapa de mi interior, mis ojos ya no ven más allá de las hebras de color plata. Pero con mis últimas fuerza, azotadas por la agonía y la locura que me invaden dejo escapar mi influencia al mundo exterior.
"Encontradme"
Encontradme, buscadme, recorred el camino hasta esta prisión, ¡Dep
Mil veces soñé. ¿Y de que me sirvió soñar? Mil veces desee ¿Y de que me sirvió desear? Mil veces pedí ¿Y de que me sirvió pedir?
Fueron mil latidos contenidos. Mil besos perdidos. Mil miradas negadas.
Fue tu culpa, me gritaron.
¿Culpa de que?, pregunté yo.
Culpa de perder tu alma en un tonto deseo a una estrella olvidada.
Y entonces pensé, ¿De verdad no tenia alma? Y entonces... ¿Qué era ese fuerte dolor en el centro de mi corazón? ¿Era vacío? Supongo que al perder el alma se sentirá vacío, ¿No, estrella?
Pero no es vacío l
-Cuéntenoslo todo. Desde el principio.
Las cintas de la grabadora magnética empiezan a girar.
-Por favor, señor Huidobro.
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-¿Alberto Huidobro?
-Sé que no me reconoces, pero soy yo.
-¿Qué ha pasado? Te has puesto traje.
-Te lo contaré, pero antes...
Levanto el brazo para pedir un café.
-A mí pídeme un cortado con leche.
Me dices.
Y a los diez minutos el camarero nos trae las tazas en una bandeja. Mientras tanto tú has estado mirando al calvo de la barra, y yo me he fijado en que te estás pasando constantemente la mano por el pelo, que no me miras a los ojos.
Ningun